domingo, 26 de agosto de 2007

Gatear nunca fue una forma de parecer una persona respetable


Mirá como me tenés dijo el testigo inconciente de la resurreccion del sentimiento de fracaso que me invadió ante la imposibilidad de identificarme con la gente y de escucharme a mi misma queriendome ir.
Ganas de emborracharme, drogarme, anestesiarme de la vida, intoxicar mi cerebro para que deje de pensar.
Estás tomando mucho, no tomes mas dijo. Tenía razón, ignoré el comentario.
El terremoto se parecía a baile, a risas y besos. Las ganas de aprenderlo, el miedo de volverme vulnerable se disfrazaron de sexo humillante de baldío.... ...ese afan de mierda por convertirlo todo en manejable.
Y se fue ..que me importa, que mierda me importa esa sonrisa, las manos, la boca perfecta de poca  palabra, que me importa la certeza de mucho por descubrir, que mierda me importa. Que me importa no verlo mas. y que encuentre mas bocas
que me importa.

si, miento.. y?
Después del auto flagelo crece la apatía y las ganas de dormir.

1 comentario:

sebastian dijo...

Largaste todo lo que tenías que largar en ese comentario. El desahogo tiene que haber sido bueno
Y además suena a despecho, a un tipo de poesía libre y terapéutica.
Me gustó...